René Avilés Fabila publicó en 1970 La lluvia no mata las flores, volumen de cuentos superior, a mi modo de ver, que otro suyo (Hacia el fin del mundo), porque aquí no aprieta demasiado el acelerador de su inconformismo sino que se ciñe a recorrer las calles y las avenidas de la realidad. Estos cuentos llevan una dirección única: el sexo. Ya es la muchacha bien que ha vivido como jipi; pero que en el matrimonio alcanza su verdadera realización; el adolescente acomplejado que sólo en imaginación toma la revancha; el sádico sin remedio; la muchacha que -por una gloriosa vez- engaña al prometido con el mejor amigo de aquél; el maestrito que por conveniencia, acepta a la madre en lugar de la hija; el conquistador que tiene tal vez su primero, pero sin duda último tropiezo u otra muchacha que también abandona al novio aprovechando una ocasión que él mismo le proporciona.
"El viento de la ciudad" es una detallada panorámica de la manera de vivir de ciertos elementos de la sociedad mexicana actual: escritores, cantantes o pintores, no de primera categoría. Sus costumbres escandalizarán sin duda a muchas personas cuya existencia transcurre en la tranquilidad y la morigeración; pero, si no aplaudidas, deben al menos ser aceptadas como un hecho de nuestro tiempo. Avilés Fabila es un observador sagaz y un intérprete implacable: no omite el menor rasgo, por crudo que éste sea, en la descripción de los hechos. En este libro el acaecer erótico está captado sin la mínima reserva. Sus heroínas distan mucho de parecerse a las clásicas en nuestras letras: representan el aspecto negativo del equilibrio en las relaciones sexuales que se impone, fatalmente, con la desaparición paulatina de la “ley del embudo” impuesta a la mexicana desde hace siglos.
El último cuento inscrito en este libro, “La otra dimensión o la dama del cuadro” es bellísimo. Es una muestra de lo que una bien aprovechada influencia de la ficción científica puede dar de sí para traer al caos actual un poco de poesía y de calor humano.
* Aparecido en Diorama de la Cultura, suplemento del periódico Excélsior. México, DF, Domingo 27 de diciembre de 1970.